MOOC

Los MOOC son Massive Open Online Course, es decir, clases con más de mil alumnos con registro abierto a cualquier usuario del mundo en línea, con una estructura orientada al aprendizaje con evaluaciones para acreditar los conocimientos.

Al hablar de las ventajas, vemos la expansión del conocimiento global, ayudando así a una transformación del aula. Estamos ante el nacimiento de un espacio virtual interactivo de aprendizaje e inteligencia colectiva.
Además, ofrece muchísima flexibilidad: el ritmo de aprendizaje se adapta al alumno, que es el que decide qué hacer y cuándo. Estos cursos eliminan las barreras geográficas y económicas: cualquiera pueda apuntarse

Por otro lado, encontramos inconvenientes como, por ejemplo, se pierde el contacto con el tutor, quien se convierte en moderador de foros. Hacen falta procesos de tutorización, discriminación de contenido, intervención del estudiante… Y lo más destacado, no hay una comprobación fiable de los resultados.
Al pedirnos que participáramos en un curso, elegí uno llamado “Introducción a la producción de música”, a través de la página Coursera. Se trata de un curso donde se aprende sobre el proceso de producción musical (incluye la grabación, edición y mezcla) y las herramientas que tienes disponibles para crear música contemporánea en tu computadora.
No sabía muy bien al principio cómo iba a ser y me ha impresionado la cantidad de vídeos que aparecen cada semana, en los cuales una seria de profesores te dan clases, desde composición musical hasta teoría.
Al comienzo, tienes que describirte en edad, gustos, carreras… hablar lo mínimo de ti mismo y enviarlos a los encargados del curso.
He encontrado la dificultad de que sólo eran posibles los subtítulos en inglés, pero más o menos he conseguido apañarme y conocer una experiencia nueva con los MOOC.
Cada semana, se realizan una serie de test para ver si la información es captada


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